17 Dic Un libro recoge ideas y recetas para superar la crisis actual de algunos de los principales referentes del diseño internacional
Un libro recoge las recetas y opiniones de algunos de los principales referentes internacionales del diseño sobre cómo superar la crisis apostando por la creatividad y la inversión en imagen de las empresas e instituciones españolas, según ha señalado hoy el coordinador editorial de Articulado y director de comunicación de Sanserif Creatius, José Antonio Giménez, en el encuentro celebrado hoy con los medios de comunicación en el Palacio de Colomina.
Articulado es un libro sin ánimo de lucro y con la única intención de orientar a los empresarios y profesionales del sector sobre cómo mejorar la eficiencia y eficacia de sus productos y de su comunicación, según Giménez, que ha explicado que, dado que vivimos en una sociedad globalizada, se han buscado propuestas y soluciones en profesionales de diferentes países y disciplinas vinculadas con el diseño.
En este sentido, Articulado reúne a iconos del diseño gráfico e industrial y jóvenes promesas de todo el mundo, como Milton Glaser, Karim Rashid, Erwan Bouroullec, Pilar Roger, Ana Yago o Alberto Corazón, entre otros. En total, más de 60 creativos y firmas vinculadas al diseño de 14 países, desde Estados Unidos a Italia o Armenia.
Presentación de Articulado 11/12/2009 · Palacio de Colomina
La intención de Articulado es plasmar por escrito opiniones y reflexiones sobre la influencia del diseño en la sociedad, especialmente en un momento de desajustes económicos, y tratar también de aportar soluciones basadas en la experiencia y resultados obtenidos por el diseño en situaciones anteriores, según José Antonio Giménez.
No podemos olvidar que el resultado de apostar por el diseño aplicado a la industria ya ha demostrado ser un revulsivo en otras épocas, según el coordinador editorial del libro, que ha explicado que ya lo fue en Estados Unidos cuando se inició la gran depresión económica. “En una época de crisis en la que las personas –y las empresas- rehusaban gastar dinero, aparecieron productos irresistibles y llamativos que impulsaban la actitud a favor de la compra. Productos que aportaban soluciones y mejoraban procesos, lo que incidía en beneficio para el consumidor y también para el empresario”, ha apostillado José Antonio Giménez.
De hecho, fue en EEUU donde impulsó la racionalización en los procesos con la fabricación del automóvil -Ford T, modelo único por años-, punta de lanza de la tendencia bautizada como fordismo, caracterizada por la durabilidad y la eficiencia del producto; La mejor definición del diseño industrial, en palabras del coordinador editorial de Articulado.
Ahora, la sociedad demanda que busquemos soluciones que han funcionado y que las adaptemos a los nuevos valores sociales y medioambientales, esto es, que aportemos valor añadido a los productos sin alterar las relaciones calidad-precio-satisfacción que debe regir todo acto comercial, según ha explicado Ana Yago, diseñadora de la publicación.
Muestras del interior del libro y portadas
Mal uso. No obstante, Ana Yago ha recordado que también el mal uso del diseño ha tenido parte de culpa en la situación actual al crear productos atractivos superficialmente que desencadenan un consumo acelerado a causa del envejecimiento psicológico determinado por la ley del último modelo. “Ahora que hemos visto las consecuencias, es el momento de volver a la racionalización y al desarrollo sostenible”, tal y como ha señalado la diseñadora valenciana.
Entre las medidas planteadas por los autores, destaca la necesidad de establecer un nuevo contrato social, inspirado en la relación existente entre la agricultura ecológica y su consumidor. Un sistema o modelo en el que hay una comprensión de las responsabilidades de cada uno: el productor ofrece productos aptos para el cuerpo, el consumidor promueve una actividad económica justa política y ecológicamente hablando.
Del mismo modo, diseñadores de todo el mundo han coincidido en dotar de “valores añadidos” a los objetos que nos rodean. “La función –y la ergonomía- o la estética no son opcionales, según Ana Yago, que ha defendido que, ahora, es el momento de dar un paso más, y pensar en que nuestros productos sean respetuosos con el medio ambiente o que favorezcan la integración social.”
Y, como ejemplo, Yago ha indicado que un asiento elaborado exclusivamente en cartón es funcional, no tiene porque no cuidar su estética o adolecer de ergonomía, pero, lo que es más importante, es que es respetuoso con el medio ambiente al ser 100% biodegradable.
Además, según la creativa es un vehículo de concienciación social porque habla de reutilización, de reciclaje y de recuperación, al tiempo que favorece el comercio porque su impacto económico permite la estacionalidad. “Y, si integramos a los centros especiales de empleo en su producción, favorecemos también la integración social y laboral. Y sigue siendo un asiento”, ha matizado Ana Yago.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana (ADCV), Nacho Gómez-Trenor, ha defendido la necesaria implicación del diseño en la construcción del futuro modelo social y ha destacado que el periodo actual puede ser de crisis económica, pero no de ideas. “Creo que al revés, en estas épocas lo que hacemos es acentuar mucho más nuestro ingenio para dar un valor añadido a todos nuestros problemas actuales”, ha apostillado.
Del mismo modo, Gómez-Trenor ha comentado que, hoy en día, la empresa que no tenga claro que tiene que apostar por innovación, por I+D+I, terreno en el que entra de lleno el diseño, “esta condenada a desaparecer”, mientras que las empresas que tengan claro que tienen que invertir en este campo “se irán al escalón más alto del mercado.”
El libro, promovido por el Instituto de la Pequeña y Mediana Industria Valenciana (Impiva) y la ADCV, ha sido coordinado por José Antonio Giménez, en colaboración con el profesor de Diseño Industrial de la Universidad CEU Cardenal Herrera, Manuel Martínez-Córcoles; el profesor de Infografía de la Universitat de València (UV-EG), Herminio Javier Fernández; y los diseñadores Ana Yago y Diego Obiol.