15 Abr Entrevista a Sanserif.es en Sibarita News
Sibarita News · Marzo 2016 p.6-7
Entrevista publicada en el número 12 de la revista Sibarita News, marzo de 2016, en la que se aborda la relación de Sanserif.es con el sector de la artesanía y su vocación de crear un universo objetual propio orientado al público contemporáneo, pero con raíces tradicionales.
Finalistas de los Premios Nacionales de Diseño en 2012 y de los Premios Nacionales de Ciudades de la Cerámica en 2014, con clientes en 4 de los 5 continentes, y casi una década vinculados a la artesanía mediante colaboraciones con profesionales de diversas disciplinas, Ana Yago y José Antonio Giménez son el epicentro de Sanserif.es, un laboratorio de ideas especializado en crear objetos de deseo, desde joyería a mobiliario, interiorismo o complementos de moda y decoración… rescatando técnicas artesanales y materiales tradicionales.
¿Cómo y cuándo decidís dar el salto del diseño a la artesanía? Siempre hemos considerado que nuestro trabajo es hacer vuelos cautivos, soñar con un pié anclado a tierra, porque lo que surge de nuestro estudio no sólo tiene que ser estético, sino también funcional y respetuoso con el medio ambiente. En ese camino, entendimos que la artesanía era el mejor vehículo para expresarnos y, poco a poco, casi de forma inconsciente, fuimos adaptando nuestro proceso de trabajo y centrándonos más en la producción artesanal. No hemos abandonado el proceso industrial porque es un salto lógico y una etapa evolutiva necesaria para muchas piezas que nacen en ediciones limitadas y que luego se adaptan para llegar al gran público. Esa es la virtud de conocer ambos mundos.
¿Podrías explicar qué técnicas usáis y en qué consisten? Siempre nos ha atraído el textil y la estampación. Y, de hecho, José Antonio Giménez se sacó el DCA para poder encauzar esa pasión orientada a productos hechos a mano, muy personales y exclusivos. Si bien, no nos limitamos, cuando pensamos en un objeto o un producto, analizamos todas las fases del proceso, desde las necesidades que puede cubrir, qué técnicas y materiales artesanales serían las idóneas, su posible evolución industrial, cómo vestirlo –packaging y presentación-, e incluso la necesidad de ir creando familias complementarias… Y esto desde cualquier disciplina, ya sea la orfebrería o la pastelería, el uso del vidrio, el metal o la madera… No tenemos límites. Lo que tenemos es muchos colaboradores que son maestros en su oficio y nos guían en cada proyecto.
Aunque desarrolláis desde palillos de vidrio a fundas para tablets o complementos para la mesa, vuestro mercado principal es la decoración ¿Es difícil abrir nuevas vías de negocio para la artesanía? No. Lo difícil es cambiar la imagen que se tiene de la artesanía. No se trata de productos caducos o extemporáneos. La artesanía actual es vanguardia. Madonna o Lady Gaga llevan máscaras de artesanos españoles. Mesas de medio mundo se visten con los cubiertos con caras que hicimos para Lebrun Couverts. La Cerámica de Manises se puede ver en el Victoria&Albert Museum. Las joyas de Vicente Gracia se subastan en Sothebys. Y el Centro Manarat Al Saadiyat de Abu Dhabi eligió nuestros asientos de cartón como única representación española para la exposición Ecofuture. Y todo es producto artesano contemporáneo. Ese es el espejo en el que mirarse.
Eso sí, para abrir nuevos mercados hay que adaptar el producto a las necesidades del público actual. Y vestirlo adecuadamente. No podemos vender un jarrón por 200€ y envolverlo en papel de periódico y en una bolsa blanca sin imagen. Y también dar un paso hacia las tecnologías, acercarse a la venta on line, sino con presencia propia, sí facilitando la comercialización del producto en portales especializados. Son pasos necesarios. Abren mercados inesperados.
Y, sin embargo, a pesar de los esfuerzos del sector, el artesano es una profesión con riesgo de desaparecer en la próxima década. Lo dudo. Que se reduzca el número de profesionales es un efecto normal de la evolución de los mercados y las necesidades de los clientes. Lo que hay que pensar es que no se puede enfocar un negocio a largo plazo a la venta minorista o ambulante. Es una actividad respetable, pero carece de futuro si no hay otras vías paralelas de comercialización –on line, tiendas especializadas, clientes directos…-. Además, cada día hay más gente que busca productos diferenciales, con valores añadidos, que es justamente el principal fuerte de la artesanía.
¿Cómo veis el futuro de la artesanía en la Comunidad Valenciana? Con muchas posibilidades. Se ha hecho un buen trabajo para profesionalizar, dotar de estructuras y una imagen fuerte a la artesanía valenciana. Incluso hay una marca paraguas que facilita que cualquier artesano disponga de packaging y presentaciones de calidad para sus productos a un precio competitivo. Todo esto es esencial para renovar la forma de ver la artesanía por el futuro cliente. Artesanía debe ser sinónimo de calidad, tradición, sostenibilidad y diferenciación. Y con una cultura tan rica como la de nuestra autonomía es mucho más fácil aún. Además, contamos con referentes históricos como la cerámica de Manises, los Abanicos de Aldaia o el calzado de Elda, por mencionar solo algunos núcleos artesanales con proyección internacional.
Las nuevas tecnologías han facilitado el acceso al mercado global de los productos artesanos, si bien, parece que todavía no hay una respuesta masiva del comprador, ¿Cuál creéis que es la causa? Hay mucha competencia y la presencia de auténticos artesanos todavía es muy baja. No obstante, cada vez es más habitual encontrar artesanía en la red y en los medios de comunicación. La gente compra lo que ve. Y no se trata de destinar grandes presupuestos a la publicidad, cuestión irreal para un artesano o industria artesana estándar, sino establecer alianzas con los espacios en los que nuestro target de cliente se mueve.